Yo NO sé meditar!!!
Es la frase que más escucho cuando del tema se trata!
No crean que para mí es fácil meditar, es un proceso de amor y más amor ( haha) porque hay días de días, y el secreto es tenerse tanto amor que dejemos que todo fluya y si no funcionó ese día, tranquilo que mañana será mejor.
Comencemos por el principio… ¿Qué es para mí la meditación?
Es una práctica holística de sanación, que reduce la ansiedad, libera del estrés y promueve el bienestar, así lo he definido yo.
Además ayuda a la claridad mental, mejora nuestras reacciones, nos amplía los sentimientos de compasión y empatía, la conciencia plena, no tienen ninguna denominación religiosa ni creencia en específico, todos podemos desde cualquier edad practicar la meditación.
Meditar puede ser un desafío al principio, pero la práctica sin juicio nos ayuda a mejorar día a día.
Existen varias cosas que debes saber:
-Nuestra mente se distrae fácilmente
-No esperes resultados inmediatos, date tiempo para entender y sentirte cómodo día a día
-Cualquier persona puede meditar
-Puedes aprender rápidamente, pero no te sientas mal si te toma tiempo, es un proceso individual y no todos los días estamos igual, esto influye directamente. El camino no es una línea recta.
-No trates muy fuente de concentrarte, solo deja que fluya. Esa creencia de poner la mente en blanco está totalmente fuera de la realidad.
Desarrollar la disciplina es uno de los más grandes retos al meditar.
Cómo comenzar a meditar
Encuentra un lugar tranquilo y cómodo para meditar, una hora que se ajuste a tu rutina y en lo posible que sea la misma hora cada día. Si quieres puedes encender una vela o un incienso para relajarte y centrarte en tí. Coloca una meta alcanzable como por ejemplo 5 o 10 minutos, siempre es bueno comenzar de menos a más. Mantén tu celular en silencio o lejos de ti y pídele a tu familia que te ayuden con un tiempo de tranquilidad (en lo personal me levanto muy temprano y es el tiempo que dedico a mi práctica. Entre dos niños y una rutina, es necesario crear el momento y no esperar que se de por sí solo). Si durante este espacio te distraes, no pasa nada, vuelve a centrarte en tu respiración, trae de nuevo tu atención y no te des por vencido hasta llegar al tiempo propuesto.
Acerca de la postura, siéntate en el piso, en un cojín de meditar, en una silla, en donde sientas que tu cuerpo está cómodo y relajado. Super importante tu espalda recta y tus manos descansando en tu regazo, eso sí, siempre relajado y confortable. Está atento a tu postura y corrige si es necesario cualquier tensión o incomodidad.
Enfócate en tu respiración. Trae tu atención a ella y siente el aire entrando y saliendo por tus fosas nasales. Siente cómo se llena y se vacía tu pecho, se expande y se contrae tu estómago. Trae tu atención al ritmo de tu respiración, deja que fluya, respira normal y no retengas el aire, solo relájate.
Cuando identifiques una tensión, déjala ir amablemente con la siguiente exhalación. Repite esta acción hasta que ya no esté.
Practica y practica, no hay urgencias, no hay competencias ni limitaciones, es un momento de respirar y regalarte paz.
Si te distrae la picazón, la incomodidad, o pensamientos, solo vuelve a traer tu atención al momento presente y a tu respiración. Es normal sentirse frustrado en las primeras sesiones, con la práctica y el no juicio lograrás avances.
Expande tu conciencia, no te ates al pasado y no te preocupes por el futuro, cuando vengan esos pensamientos solo déjalos pasar y no te enganches. Los pensamientos recurrentes son clave para entender nuestros temores y miedos.
Técnicas más frecuentes
Visualización
Sentado cómodo con tus palmas en las rodillas, toma 3 respiraciones, cierra los ojos y visualiza, por ejemplo una playa tranquila, en donde solo estás tú con un clima perfecto. Céntrate en la sensación de la arena en tus pies, escucha el sonido de las olas del mar y la sensación de agua entre tus pies, la suavidad de la brisa en tu rostro y la paz que tiene ese lugar. Puedes escoger un lugar favorito y llevarlo siempre a tu momento de visualización. Esta técnica ayuda a la creatividad y a la imaginación.
Meditación con una vela
Siéntate cómodo en ese lugar que escogiste para meditar, enciende una vela y colócala cerca de ti aproximadamente a 50-55 centímetros. Enfocate en su luz y en la forma de su llama, respira profundo y deja fluir el momento. Si tus ojos se resecan, o llenan de lágrimas, pestañea varias veces, toma 3 respiraciones profundas y retomas tu meditación.
Cuando los pensamientos vengan, obsérvalos y sin apegos déjalos ir, cuando termines recuéstate con los ojos cerrados por 5 minutos.
Medita Caminando
Es sencilla. Escoge un camino tranquilo y fácil, que en lo posible esté en silencio. Camina sin prisa, relajado, respirando profundo y atento a tu cuerpo. Esta es una técnica de Mindfulness. Da cada paso en conciencia plena, recomiendo mínimo 15 minutos. Esta meditación es perfecta en momentos de mucha inquietud y estrés, la idea es dejar todas esas tensiones en el camino.
Meditación Guiada
Existen muchas meditaciones en audio, por ejemplo para prosperidad, el enfoque, el perdón, autorrealización, el ho'oponopono, pensamientos positivos, afirmaciones, música o mantras. Puedes escoger una de ellas, colocarte tus audífonos, sentarte en tu espacio de forma cómoda y respirar. Me apoyo mucho en esta técnica cuando mi mente está muy activa y sé que el silencio no será fácil de manejar.
Existen muchas más, te dejo aquí unas que son sencillas para principiantes y nos dan esos momentos de paz que necesitamos.
Con amor y gratitud,
Vane
